Subimos a Mamalluca con el curso de Lucas, realmente pense que sería muy entretenido ya que la vez pasada quedé maravillada con eso de ver a Jupiter alineado con sus cuatro lunas visibles desde la Tierra.... fue nada más que encantador del verbo encantar, de dejar sin habla... Estubimos jugando a las chicas superpoderosas tomando pisco sauer haciendolo pasar por café en el frío de la noche, los comentarios abundaban respecto a los astrónomos que nos habían tocado no eran gringos sino más bien puramente autóctonos, hablamos de nuestros hijos, sueños y temores, de lo cotidiano, la rutina, las gritos a causa de la frustración de nuestros hijos, pero que a la vez eran delirios que deseaban vivir junto a nosotras sin más temor que el de que nosotras ya no estuvieramos para mimarlos... de hecho ellos si siquiera se lo han imaginado... nosatras ya pensamos en ello y nos aterramos... reconocimos cara a cara que nos aterra la miseria, el sentimiento de abandono en tantos niños de nuestro planeta, que los mendigos los vemos a cada rato en cada esquina y en cada tramo de nuestras vidas... que sómos malas agradecidas pero de buenos sentimientos. Lo de malagradecidas, se puede ver como un no al conformismo que si existe la más mínima esperanza nosotras vamos.. donde la esperanza nos guie hacia allá nos dirigimos.. corriendo, flotando y formando parte del caudal de vida que recorre el mundo

y la casa crece,
el frio pasa,
y como siempre,sale el sol...

Gea

Ah¡¡ Mamalluca es el Observatorio comunal de Vicuña

2 comentarios:

Roberto Arancibia dijo...

Estuve una vez en Mamalluca, la ví, de cerca, me enamoré perdidamente. Hoy, casi llena, vino a saludarme para el cumple.

beso Gea,
R.

Gealuna dijo...

Es que es inevitable,
hermosa y extraña...